LENGUA Y LITERATURA 1° “B”-

 

ETAPA DE AISLAMIENTO SOCIAL OBLIGATORIO

LENGUA Y LITERATURA – PRIMER AÑO “B”- Prof. Marta Inés Osorio Elías- 

Trabajo Práctico Nº 7

Requisitos: Entrega de las actividades resueltas en tiempo y en forma.

En tiempo; a más tardar el 04/09. Y en forma; redactado en WORD, prolijo, completo, con interpretación criteriosa de las consignas, cuidando la ortografía.

TEMA: Los cuentos literarios. Estructura del cuento. Cuento de terror.

1)      Leer atentamente, estudiar y responder las preguntas de la actividad siguiendo el libro Aprendamos Lengua y Literatura 1, editorial comunicarte páginas 120 a 127; disponible en google drive o en la biblioteca del colegio (lunes, miércoles y viernes de 8 a 11hs).

2)      ¿Qué diferencia existe entre el cuento popular y el cuento literario?

3)      Siguiendo siempre el libro de estudio recomendado, escribí una definición clara y completa de qué es un cuento (página 123).

4)      ¿Qué funciones del leguaje, ya estudiadas, sobresalen en los cuentos?

5)      Características del cuento. Señala con una (X)solamente las respuestas correctas:

·         El cuento es un texto sumamente largo para lograr entretener.

·         Tiene pocos personajes y no suele presentar grandes saltos temporales o cambios de espacio.

·         Lo que más importa en el cuento son las características y la evolución de todos los personajes.

·         Los diálogos y descripciones son sumamente extensas.

·         Lo esencial es lo que ocurre, el suceso, y el interés está en cómo se resuelve esa situación que debe sorprender al lector.

6)      Tipos de narradores. Enumera y caracteriza cuantos y cuales son.

7)      Explica que relación temporal existe en el cuento entre el relato y la historia que se cuenta.

8)      Describe como es el espacio en un cuento.

9)      Existen varios subgéneros o tipos de cuentos según el tema, los personajes, los espacios que ocupan, etc. Piensa y responde con la letra que le corresponda en cada subgénero (tipo de cuento correspondiente) escrito a continuación, de acuerdo con la letra que aparece en los siguientes textos:

A)     Una serie de robos extraños sucede                                                Realista

en el barrio. Un detective se prepara

para resolver el misterio.

 

B)      Dos científicos desarrollan un robot que                                         Maravilloso

parece humano y piensa por sí mismo.

 

C)      Una niña cuenta a su mamá                                                                De terror

una pelea que tuvo con su

mejor amiga de la escuela

 

D)     Una familia hereda una casa que lleva                                              Fantástico

Años abandonada. Ruidos y luces

Extrañas se ven por las noches.

E)      Un señor siente que su pullover cobra                                                Policial

vida y quiere asfixiarlo. Por más que lo

intenta, no puede controlar la situación.

 

F)      Una mujer, celosa de su hijastra la                                                     De ciencia ficción

abandona en el bosque. Por suerte,

las hadas protegen a la niña.

Cuento: La ventana abierta
Mi tía bajará enseguida, señor Nuttel –dijo con mucho aplomo una señorita de quince años–; mientras tanto debe hacer lo posible por soportarme.
Framton Nuttel se esforzó por decir algo que halagara debidamente a la sobrina sin dejar de tomar debidamente en cuenta a la tía que estaba por llegar. Dudó más que nunca de que esta serie de visitas formales a personas totalmente desconocidas fueran de alguna utilidad para la cura de reposo que se había propuesto.
–Sé lo que ocurrirá –le había dicho su hermana cuando se disponía a emigrar a este retiro rural–: te encerrarás ni bien llegues y no hablarás con nadie y tus nervios estarán peor que nunca debido a la depresión. Por eso te daré cartas de presentación para todas las personas que conocí allá. Algunas, por lo que recuerdo, eran bastante simpáticas.
Framton se preguntó si la señora Sappleton, la dama a quien había entregado una de las cartas de presentación, podía ser clasificada entre las simpáticas.
– ¿Conoce a muchas personas aquí? –preguntó la sobrina, cuando consideró que ya había habido entre ellos suficiente comunicación silenciosa.
–Casi nadie –dijo Framton–. Mi hermana estuvo aquí, en la rectoría, hace unos cuatro años, y me dio cartas de presentación para algunas personas del lugar.
Hizo esta última declaración en un tono que denotaba claramente un sentimiento de pesar.
–Entonces no sabe prácticamente nada acerca de mi tía – prosiguió la aplomada señorita.
–Solo su nombre y su dirección –admitió el visitante. Se preguntaba si la señora Sappleton estaría casada o sería viuda.
Algo indefinido en el ambiente sugería la presencia masculina.
–Su gran tragedia ocurrió hace tres años –dijo la niña–; es decir, después que se fue su hermana.
– ¿Su tragedia? –preguntó Framton; en esta apacible campiña las tragedias parecían algo fuera de lugar.

–Usted se preguntará por qué dejamos esa ventana abierta de par en par en una tarde de octubre –dijo la sobrina señalando una gran ventana que daba al jardín.
–Hace bastante calor para esta época del año –dijo Framton– pero ¿qué relación tiene esa ventana con la tragedia?

–Por esa ventana, hace exactamente tres años, su marido y sus dos hermanos menores salieron a cazar por el día. Nunca regresaron. Al atravesar el páramo para llegar al terreno donde solían cazar quedaron atrapados en una ciénaga traicionera. Ocurrió durante ese verano terriblemente lluvioso, sabe, y los terrenos que antes eran firmes de pronto cedían sin que hubiera manera de preverlo. Nunca encontraron sus
cuerpos. Eso fue lo peor de todo.
A esta altura del relato la voz de la niña perdió ese tono seguro y se volvió vacilantemente humana.
–Mi pobre tía sigue creyendo que volverán algún día, ellos y el pequeño spaniel que los acompañaba, y que entrarán por la ventana como solían hacerlo. Por tal razón la ventana queda abierta hasta que ya es de noche. Mi pobre y querida tía, cuántas veces me habrá contado cómo salieron, su marido con el impermeable blanco en el brazo, y Ronnie, su hermano menor, cantando como de costumbre “¿Bertie, por qué saltas?”, porque sabía que esa canción la irritaba especialmente. Sabe usted, a veces, en tardes tranquilas como las de hoy, tengo la sensación de que todos ellos volverán a entrar por la ventana... La niña se estremeció. Fue un alivio para Framton cuando la tía irrumpió en el cuarto pidiendo mil disculpas por haberlo hecho esperar tanto.
–Espero que Vera haya sabido entretenerlo –dijo.
–Me ha contado cosas muy interesantes –respondió Framton.
–Espero que no le moleste la ventana abierta –dijo la señora Sappleton con animación–; mi marido y mis hermanos están cazando y volverán aquí directamente, y siempre suelen entrar por la ventana. No quiero pensar en el estado en que dejarán mis pobres alfombras después de haber andado cazando por la ciénaga. Tan típico de ustedes los hombres, ¿no es verdad?
Siguió parloteando alegremente acerca de la caza y de que ya no abundan las aves, y acerca de las perspectivas que había de cazar patos en invierno. Para Framton, todo eso resultaba sencillamente horrible. Hizo un esfuerzo desesperado, pero solo a medias exitoso, de desviar la conversación a un tema menos repulsivo; se daba cuenta de que su anfitriona no le otorgaba su entera atención, y su mirada se extraviaba
constantemente en dirección a la ventana abierta y al jardín.
Era por cierto una infortunada coincidencia venir de visita el día del trágico aniversario.

–Los médicos han estado de acuerdo en ordenarme completo reposo. Me han prohibido toda clase de agitación mental y de ejercicios físicos violentos –anunció Framton, que abrigaba la ilusión bastante difundida de suponer que personas totalmente desconocidas y relaciones casuales estaban ávidas de conocer los más íntimos detalles de nuestras dolencias y enfermedades, su causa y su remedio–. Con respecto a la dieta no se ponen de acuerdo.
– ¿No? –dijo la señora Sappleton ahogando un bostezo a último momento. Súbitamente su expresión revelaba la atención más viva... pero no estaba dirigida a lo que Framton estaba diciendo.
– ¡Por fin llegan! –exclamó–. Justo a tiempo para el té, y parece que se hubieran embarrado hasta los ojos, ¿no es verdad? Framton se estremeció levemente y se volvió hacia la sobrina con una mirada que intentaba comunicar su compasiva comprensión. La niña tenía puesta la mirada en la ventana abierta y sus ojos brillaban de horror. Presa de un terror desconocido que helaba sus venas, Framton se volvió en su
asiento y miró en la misma dirección. En el oscuro crepúsculo tres figuras atravesaban el jardín y avanzaban hacia la ventana; cada una llevaba bajo el brazo una escopeta y una de ellas soportaba la carga adicional de un abrigo blanco puesto sobre los hombros. Los seguía un fatigado spaniel de color pardo. Silenciosamente se acercaron la casa, y luego se oyó una voz joven y ronca que cantaba: “¿Dime, Bertie, por qué saltas?”.
Framton agarró deprisa su bastón y su sombrero; la puerta de entrada, el sendero de grava y el portón fueron etapas apenas percibidas de su intempestiva retirada. Un ciclista que iba por el camino tuvo que hacerse a un lado para evitar un choque inminente.
–Aquí estamos, querida –dijo el portador del impermeable blanco entrando por la ventana–: bastante embarrados, pero casi secos. ¿Quién era ese hombre que salió de golpe no bien aparecimos?
–Un hombre rarísimo, un tal señor Nuttel –dijo la señora Sappleton–; no hablaba de otra cosa que de sus enfermedades, y se fue disparado sin despedirse ni pedir disculpas al llegar ustedes. Cualquiera diría que había visto un fantasma.
–Supongo que ha sido a causa del spaniel –dijo tranquilamente la sobrina–; me contó que los perros le producen horror.
Una vez lo persiguió una jauría de perros parias hasta un cementerio cerca del Ganges, y tuvo que pasar la noche en una tumba recién cavada, con esas bestias que gruñían y mostraban los colmillos y echaban espuma encima de él. Así cualquiera se vuelve pusilánime.
La fantasía sin previo aviso era su especialidad.

Héctor Hugh Munro (Saki). La ventana abierta. 2007.

 

RESPONDE el siguiente cuestionario de comprensión del texto leído.

1. ¿Qué opinas de lo que Vera le cuenta a Framton? ¿Por qué pensás que le dijo eso?

2. ¿En qué momento del cuento te diste cuenta de que Vera estaba mintiendo?

3. Algunas chicas y algunos chicos piensan que este es un cuento de miedo… otros, que es de risa. ¿A vos qué te parece? ¿Por qué?

4. Vera y Nuttel son dos personajes muy diferentes. Vera, una muchacha fresca y un tanto despiadada, se burla del tímido señor Framton Nuttel, quien acude a la casa de la tía de Vera en busca de reposo físico y mental, ordenado por sus médicos. Pero Nuttel es engañado por Vera. ¿Cómo logra Vera engañar a Nuttel?

5. Releé la parte donde aparece la tía de Vera, la señora Sappleton. En un momento, se dice que a Framton todo eso le “resultaba sencillamente horrible”. ¿Qué te parece que era todo “eso” que le resultaba horrible a Framton?

6. Cuando aparecen los hombres que regresan de la cacería, Framton advierte que Vera miraba “la ventana abierta y sus ojos brillaban de horror.” ¿Vera estaba realmente aterrorizada?

7. ¿Por qué te parece que, al final del cuento, Vera miente sobre el señor Framton, diciendo que los perros le producían horror porque una vez lo había perseguido una jauría?

PRODUCCIÓN de texto. (Desarrolla tu creatividad y buena expresión en la redacción)

8. Pensá y escribí lo que Vera les habrá contado a sus amigas acerca de cómo hizo para engañar al señor Framton.

Texto de estudio para el próximo trabajo práctico nº8.

El relato de terror

Escritores como Edgar Allan Poe, Bram Stocker (el autor de Drácula) y Horacio Quiroga han llevado el relato de terror a su máxima expresión a través de historias donde la oscuridad, lo trágico y lo siniestro enfrentan a los lectores con los propios temores. De acuerdo con la afirmación de Lovecraft que leíste en la apertura, el miedo es una de las emociones más intensas que pueden experimentar las personas, y a ello se debe la proliferación del género en expresiones artísticas como la literatura o el cine.

Una de las principales reacciones que generan estos relatos es la sensación de incertidumbre: los límites entre lo real y lo sobrenatural se desdibujan, y el lector ya no es capaz de distinguir entre estos dos planos.

Las características del relato de terror

Si bien se han contado historias de terror desde tiempos remotos, el nacimiento del género se ubica a fines del siglo XVIII, en Europa. Durante este período, los escritores se interesaron por la literatura popular oral, el amor por la naturaleza, lo impulsivo y lo irracional. En el siguiente cuadro se describen algunas de las principales características de este tipo de relatos.

 

 

Ambientes

El campo semántico

Seres oscuros o extraños

Predominan los ambientes oscuros, lúgubres, o abandonados –es decir, los que inspiran inquietud o desolación-. Pueden ser espacios cerrados o abiertos.

Algunos de los escenarios más utilizados son:

·         Cementerios;

·         Bosques tenebrosos;

·         Una abadía en ruinas;

·         Un lugar que se visita por primera vez;

·         Páramos;

·         Un espacio opresivo en el que un personaje se encuentra aislado;

·         Una castillo gótico;

·         Lugares “embrujados”, “malditos”.

Generalmente, los lugares connotan sensación de soledad y aislamiento; lo amenazante o terrorífico para la protagonista se presenta por la noche, que suele estar acompañada de relámpagos, o solo un rayo de luz de luna ilumina la escena.

En este tipo de relatos, el autor utiliza una serie de frases y términos relacionados con el campo semántico del terror para crear la atmósfera de miedo y suspenso que desea. De este modo, va enfatizando y reiterando expresiones vinculadas al horror, como se puede observar en este fragmento de “El gato negro” de Edgar Allan Poe:

¡Creo que fue su ojo! ¡Si fue eso! Tenía un ojo de buitre: un ojo azul pálido, con una película sobre su superficie.

Y entonces, cuando mi cabeza estaba bien metida en la habitación, abría la linterna cautelosamente –ah, tan cautelosamente-; la abría justo lo suficiente como para que un único rayo delgado cayera sobre el ojo del buitre.

Puse mi mano sobre su corazón y la dejé allí varios minutos. No había pulso. Estaba totalmente muerto. Su ojo no volvería a molestarme.

Los personajes que representan una amenaza para los protagonistas están caracterizados por la maldad o la peligrosidad. Algunos son seres sobrenaturales, que a veces están encarnados en objetos o animales.

Entre los seres sobrenaturales más característicos podemos encontrar:

·         Vampiros;

·         Espíritus de personas muertas;

·         Hombres lobo;

·         Fantasmas;

·         Objetos (como estatuas o máquinas) que cobran vida y se tornan incontrolables.

En oposición a estos seres extraños, también es común encontrar científicos enloquecidos y apasionados que realizan experimentos siniestros; testigos que observan el horror; personas que pierden la razón a causa de sus temores, entre otros ejemplos.

 

 

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